En el último congreso ufológico celebrado en Laughlin (Nevada) se reunieron los investigadores más importantes del mundo. Sus revelaciones sobre el fenómeno de las abducciones y el contacto con extraterrestres fueron concluyentes: ambos son reales.
Leir también mostró un vídeo donde se veía la extracción quirúrgica de un objeto muy extraño que había sido implantado bajo la piel del brazo derecho de una mujer. Lo increíble sobre dicho objeto era que, antes de retirarlo, respondía al tacto desplazándose de sitio unos centímetros. Parecía un bultito móvil bajo la piel.
Leir también presentó testimonios físicos de la abducción de Gary Lowery, ex bombero de Bakersfield (California). Su caso es notable por la abundancia de pruebas contundentes de que fue abducido en su casa por extraterrestres grises. Se le retiraron unos implantes metálicos de su cuerpo que según Lowery le habían colocado aquellos seres cuando entraron en su habitación. Les grabó en una cámara de vídeo que siempre tiene puesta. En el metraje se ven unas luces raras sobre su cama y en algunas secciones se observan lo que Leir y Lowery interpretan como imágenes reales de extraterrestres. Las imágenes, sin embargo, resultan ambiguas.
Lowery presentó también material biológico, algo parecido a una pequeña garra, que una de las entidades se dejó en su cuarto. Los análisis de laboratorio de este material han mostrado que se trata sobre todo de keratina, una proteína encontrada en pelo y uñas. Se están efectuando más análisis para poder confirmar si el ADN de dicho material muestra su posible origen extraterrestre.
Aunque los escépticos seguramente no considerarán convincentes las diversas pruebas presentadas por Lowery, ayudan a validar las afirmaciones de un abducido cuyo caso es quizá el que mayores pruebas físicas presenta de todos los investigados hasta ahora.
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